Por necesidad de cambiar, ganas de dar vida a una rutina sexual aburrida, ganas de volver a estremecerse, etc. Hacer el amor en un coche es una fantasía sexual fácil de llevar a cabo siempre que se tenga un coche a mano, ¡claro! Dentro del vehículo uno se siente como en una burbuja, un escondite alejado del mundo exterior, que nos protege de la mirada de los curiosos que puedan pulular por los alrededores. Hay psiquiatras que describen el coche como una extensión del falo, por eso no es de extrañar que dentro de él el deseo no tarde en hacer acto de presencia.
¿Cómo hacer el amor en un coche? En primer lugar, olvidémonos del Smart, a menos que tengamos bien escondido un gran talento de contorsionista. En segundo lugar, lo más «cómodo» es el asiento de atrás. Y, por último, hay que tener en cuenta que las posturas son limitadas, pero que con la pasión del momento siempre se llega a una solución.